La rica gastronomía del Alt Maestrat se basa en productos obtenidos del campo, la ganadería y la caza. Su cocina es de carácter rural, con platos tan representativos como el cordero, el conejo con caracoles, el ternasco o la Olla del Maestrat. También son destacables los embutidos y, sobre todo, los quesos de excelente calidad y variedad. De los avellanos y almendros se obtiene la mejor materia prima con la que elaborar turrones artesanos y golosa repostería. El aceite de oliva, la cuajada, el requesón, la miel, las setas… son solo algunos de los tesoros gastronómicos que esconde esta tierra. De sus numerosas fuentes brotan aguas que poseen reconocidas propiedades minero-medicinales que son embotelladas para el consumo y utilizadas en balnearios. Además, el territorio es especialmente privilegiado para la proliferación de la trufa, tanto la de invierno como la de verano. La altitud, la climatología y la composición del terreno convierten a la zona en uno de los mayores y mejores productores del mundo del diamante negro de la gastronomía Castellón.
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